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Târgu Mureș (or Tîrgu Mureș in ancient Romanian) is a city in the department of Mures, located within the Transylvania region, with the eastern Carpathians and the Mures River to the east.

Settlement since the Neolithic, Bronze Age and much later Dacian and Roman colony, the mineral deposits of salt, iron and natural gas, in addition to its flourishing agriculture, have fostered its growth and constant natural use.

Târgu Mureș reflects the traits of Hungarian influence over many centuries, especially in the architecture and numerous traditions preserved with great fidelity. Marosvásárhely is the Hungarian name that the city had, and Neumarkt am Mieresch the German, which reflects, like the word “Târgu Mureş” (Mures market), the main economic activity and commercial character of the city.

In fact, the 19th century was the capital for urban planning as important transformations were carried out that endowed the city with the two cathedrals that we see today, the Orthodox and the Catholic.

Also in the late nineteenth and early twentieth centuries, the city was enriched by magnificent buildings for private use.

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Târgu Mureș (o Tîrgu Mureș en rumano antiguo) es una ciudad del departamento de Mures, enclavada dentro de la región de Transilvania, con los Cárpatos orientales y el río Mures al este.

Asentamiento ya desde el neolítico, edad de bronce y mucho después dacio y colonia romana, los yacimientos minerales de sal, hierro y gas natural, además de su floreciente agricultura, han fomentado su crecimiento y aprovechamiento natural constante.

Târgu Mureș refleja los rasgos de influencia húngara durante muchos siglos, especialmente en la arquitectura y numerosas tradiciones conservadas con gran fidelidad. Marosvásárhely es el nombre húngaro que tuvo la ciudad, y Neumarkt am Mieresch el alemán, lo que refleja igual que el vocablo “Târgu Mureş” (mercado de Mures), la principal actividad económica y carácter comercial de la ciudad.

De hecho, el siglo XIX fue capital para el urbanismo ya que se llevaron a cabo importantes transformaciones que dotaron a la ciudad de las dos catedrales que vemos hoy en día, la ortodoxa y la católica.

Igualmente el final del siglo XIX y principios del XX, la ciudad se vio enriquecida por magnificos edificios para el uso privado.